Esta pregunta es otra de
las grandes cuestiones que debemos tener claras a la hora de enfrentarnos a
nuestra profesión de maestros y maestras, pero también deberían de tener clara
las personas que deciden tener hijos que, a diferencia de los peluches , necesitan
un tiempo importante para dedicarlo a su formación como personas, ya que la
educación no es algo exclusivo de los colegios sino al contrario, los colegios
deben ser un complemento a la educación en el ámbito familiar.
Al hilo de la anterior
aclaración podemos indicar que la educación se debe plantear en dos vertientes
una la de la adquisición de valores y otra la de conocimientos.
Hasta hace bien poco
tiempo la única educación importante parecía ser la de los conocimientos y a
los alumnos y alumnas se les obligaba a adquirirlos mediante el único esfuerzo
de la memoria sin ningún tipo de razonamiento y en muchas ocasiones recurriendo
al lema de “la letra con sangre entra”. Afortunadamente estos tiempos han pasado y en
la docencia actual se busca el aprendizaje de las materias a través de la
comprensión aunque sin descartar del todo el esfuerzo que debe exigirse a los
que se forman, ya que todo logro necesita una parte de esfuerzo puesto que,
como en todos los aspectos de la vida, como ejemplo un deportista que no se
esfuerza entrenando, nunca llegará a conseguir meta alguna.
Este tipo de educación es
quizás en la que la actitud y aptitud de los docentes sea la de mayor
importancia ya que en muchos casos resulta imposible la colaboración del
entorno familiar en ocasiones por desgana y otras por falta de preparación o de
tiempo, además de todo esto para la gran mayoría de los padres desde Educación
Infantil lo importante es que su hijo o hija lean o sumen independientemente de
la relación que tenga con sus compañeros.
El período de esta
formación va desde el jardín de infancia hasta la Universidad donde al final de
sus estudios se les entrega a los licenciados un bonito diploma que les
habilita para posteriormente convertirse en profesionales para la actividad en
que han sido formados. Debemos hacer
esta precisión ya que la titulación no te hace ser un profesional puesto que
tener estudios de magisterio no te convierte en maestro, ni tenerlos de Medicina
o Derecho en médico o abogado. Un
maestro lo es cuando educa, un médico cuando cura y así con todas las
titulaciones y profesiones, ya que a lo largo de los tiempos han existido
maestros que han educado sin ningún estudio y profesionales de la salud que han
curado. En este sentido
no hemos de asustarnos cuando en la prensa salen publicadas noticias como la de
que la empresa en España con mayor número de Titulados en Ingeniería sea
McDonald, pero a nivel de camareros y vendedores, sin que por ello esto suponga
un menosprecio para estos profesionales sino que por circunstancias sociales,
políticas y económicas han visto truncadas sus carreras y les han impedido,
esperemos que momentáneamente, convertirse en lo que su titulación les habilita.
En esta vertiente sólo me
queda señalar una frase que desde pequeña he escuchado en casa:
“La cultura es aquello que
te queda cuando se te olvida lo estudiado”.